Introducción: En el marco de las transformaciones educativas contemporáneas, la modalidad híbrida se consolida como una estrategia pedagógica que promueve inclusión, flexibilidad y colaboración interdisciplinaria. Este trabajo presenta una experiencia formativa desarrollada en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), que integró a 80 estudiantes de Medicina y Enfermería —presenciales y virtuales— en una clase híbrida sincrónica centrada en la enseñanza de técnicas de venopuntura y planificación de hidratación parenteral en adultos.
Los objetivos propuestos fueron: Implementar una estrategia híbrida para la enseñanza de prácticas clínicas básicas. Fomentar el trabajo interdisciplinario entre estudiantes de Medicina y Enfermería. Analizar las percepciones de los estudiantes sobre la experiencia de aprendizaje combinada.
Metodología-Desarrollo: La propuesta combinó simulación clínica, recursos audiovisuales, aula invertida y trabajo colaborativo, permitiendo a los estudiantes aplicar conocimientos en escenarios simulados adaptados a sus contextos. Se evaluaron competencias cognitivas, procedimentales, comunicacionales y actitudinales mediante rúbricas específicas. Además, se aplicó una encuesta ad hoc en formato Google Forms para relevar las opiniones de los participantes respecto a la experiencia.
Los resultados evidenciaron mejoras significativas en la comprensión anatómica, el dominio técnico con criterios de bioseguridad, y el desarrollo de habilidades comunicacionales centradas en la empatía. La modalidad híbrida facilitó el acceso equitativo a experiencias significativas, fortaleció el vínculo docente-estudiante y promovió una reflexión ética transversal. Los estudiantes valoraron positivamente la integración entre carreras, la claridad de los contenidos y la riqueza del trabajo colaborativo. No obstante, se identificaron desafíos logísticos y tecnológicos que deben ser mejorados para optimizar futuros encuentros.
Conclusiones: La experiencia demuestra que el aula híbrida es una herramienta eficaz para favorecer el aprendizaje significativo, la interdisciplinariedad y la equidad en el acceso a prácticas formativas. La articulación entre estudiantes de Medicina y Enfermería en distintos niveles promueve una visión integral de la enseñanza-aprendizaje, favoreciendo la construcción de competencias clínicas, éticas y comunicacionales. Reforzar el diseño de actividades integradoras entre carreras fortalece la comprensión de contenidos transversales y prepara mejor a los futuros profesionales para el trabajo colaborativo en contextos reales.
Palabras clave: aula híbrida, enseñanza interdisciplinaria, prácticas clínicas