Entre pantallas y pizarras: Rendimiento y percepción estudiantil en la transición de Fisiopatología (2020-2024)

Eje 8 - Reflexiones en torno a la educación con tecnologías en las Ciencias de la Salud.

Patricia Noemí Goicoechea (patricia.goicoechea@comunidad.unne.edu.ar)
Silvina Martinez (silvinamarmar@gmail.com)
Eduardo Ariel Leyes Pedrozo (arielleyesp@exa.unne.edu.ar)

Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agrimensura

Exposicion oral

Introducción:
La pandemia de COVID-19 desencadenó una transformación sin precedentes en la educación superior, llevando a una virtualidad forzada y, posteriormente, a la construcción de modelos híbridos en el regreso a la presencialidad. En carreras como Bioquímica, donde el contacto humano y el aprendizaje experiencial son centrales, el desafío implicó reconfigurar la propuesta pedagógica, sostener la motivación y garantizar la calidad. La experiencia de Fisiopatología en la UNNE resulta representativa para analizar estos cambios y sus impactos.
Objetivos:
Comparar el rendimiento académico y la percepción estudiantil entre los períodos de virtualidad (2020-2021) y presencialidad (2022-2023), identificando fortalezas, desafíos y aprendizajes pedagógicos surgidos de la experiencia.
Metodología:
Se diseñó un estudio descriptivo y comparativo sobre una muestra de 100 estudiantes que cursaron Fisiopatología entre 2020 y 2024. Se analizaron calificaciones finales (promedio, porcentaje de promoción) y respuestas a encuestas de percepción, abarcando dimensiones como satisfacción general, valoración de la virtualidad, ABP (aprendizaje basado en problemas) y vínculo docente-alumno. El análisis diferenció resultados por año y modalidad de cursado, integrando interpretación crítica y referencias bibliográficas internacionales.
Resultados:
El rendimiento académico fue consistentemente alto en ambos contextos, con promedios anuales cercanos a 9 y tasas de promoción superiores al 97%. Los gráficos muestran que la transición de modalidad no generó caídas significativas en los indicadores académicos ni en la percepción estudiantil. La satisfacción general y la valoración de la virtualidad y del ABP superaron el 90% de opiniones favorables en todos los años. El vínculo docente-alumno fue altamente apreciado en la virtualidad, donde el acompañamiento personalizado cobró protagonismo, y también en la presencialidad, donde el reencuentro potenció la motivación y la interacción espontánea. La integración de tecnologías, la flexibilidad didáctica y el enfoque en el acompañamiento resultaron claves para sostener el bienestar estudiantil y el logro académico, validando la importancia de modelos híbridos en la formación universitaria.
Conclusiones:
La experiencia evidencia que la virtualidad, lejos de constituir una amenaza para la calidad educativa, puede ser una oportunidad para innovar e integrar nuevas prácticas, siempre que exista acompañamiento docente y una planificación sólida. Se destaca la necesidad de consolidar propuestas híbridas, flexibles y participativas, que capitalicen tanto las potencialidades de las TIC como el valor del encuentro presencial, orientando la formación bioquímica hacia la excelencia académica y el desarrollo humano integral.