Este trabajo presenta los resultados de una investigación desarrollada en el marco de una tesis de Licenciatura en Ciencias de la Educación, centrada en el análisis del vínculo pedagógico en una propuesta de formación docente en modalidad virtual. El estudio se llevó a cabo entre 2023 y 2024 en la carrera de Profesorado Universitario – Ciclo de Complementación – Modalidad Virtual de la Facultad de Humanidades de la UNNE. Desde una perspectiva cualitativa y con enfoque narrativo, se analizaron entrevistas y relatos de tutores/as, estudiantes y coordinadores/as, con el propósito de comprender cómo se construye el vínculo pedagógico entre tutores/as y estudiantes en este espacio formativo, cuyos destinatarios son personas adultas con diversas formaciones académicas de base.
La investigación buscó identificar las características que adquiere el vínculo pedagógico en contextos mediados por tecnologías digitales, atendiendo a la diversidad de trayectorias y experiencias de quienes se encuentran transitando este espacio formativo. A partir del análisis de los testimonios, se reconocen cuatro dimensiones interrelacionadas que permiten comprender esta construcción: la académica, la gestión del aprendizaje, la afectiva y la motivacional.
La dimensión académica estructura los contenidos y marcos formativos, pero también incide en la forma en que se configura el lazo entre tutores/as y estudiantes. La gestión del aprendizaje se manifiesta en el acompañamiento sostenido, la orientación y la claridad para facilitar la navegación en los entornos virtuales. En la dimensión afectiva, emergen la empatía, la escucha y la contención como elementos centrales, mientras que la motivacional se relaciona con el reconocimiento, la confianza y el estímulo al deseo de aprender.
Los hallazgos muestran que el vínculo pedagógico se fortalece en las interacciones cotidianas, incluso mediadas por tecnologías, y que cumple un rol central en la continuidad de las trayectorias formativas. Las devoluciones de los/as tutores/as son valoradas no solo por su aporte académico, sino también por habilitar instancias de reflexión y apropiación de la práctica docente. A su vez, se advierte que muchos/as estudiantes no solo transitan contenidos, sino que aprenden a ser estudiantes en entornos virtuales, construyendo nuevas formas de habitar la experiencia educativa.
Lejos de diluirse, el vínculo en la virtualidad se transforma. Educar a la distancia implica construir nuevas formas de estar, acompañar y enseñar. Cuando la distancia se habita con presencia, afecto y sentido, la educación virtual se vuelve una experiencia profundamente humana.