La consolidación de modelos educativos bimodales en la educación superior plantea desafíos estratégicos en torno a su organización y apropiación pedagógica. En este contexto, desde la Dirección de Educación a Distancia de la Facultad de Humanidades (UNNE) desarrollamos un instrumento diagnóstico dirigido a estudiantes con el objetivo de relevar sus percepciones y experiencias sobre el cursado bajo esta modalidad. La encuesta abarcó aspectos vinculados a la organización del curso, el uso de plataformas (como UNNE Virtual), los encuentros por videoconferencia, el acompañamiento docente y la articulación entre las distintas instancias presenciales y virtuales.
El análisis de las respuestas, procesadas de forma cuantitativa y cualitativa, muestra una tendencia general favorable hacia la modalidad, destacando la accesibilidad de materiales y la experiencia positiva en aulas virtuales. A su vez, se identifican puntos críticos, como la escasa integración entre recursos sincrónicos y asincrónicos, la necesidad de fortalecer la participación estudiantil y la claridad en los criterios de evaluación.
En el plano teórico, se retoman aportes de Tarasow, Schwartzman y Trech (2014), quienes conciben los dispositivos tecnopedagógicos como entramados que requieren planificación estratégica, y no simples transposiciones tecnológicas. Asimismo, se apoya la idea del aula virtual como espacio de encuentro y comunidad (Tarasow, 2018), en donde las tecnologías se ponen al servicio del pensamiento crítico y la construcción de sentido. Este marco permite comprender a la modalidad bimodal como un campo de diseño y experimentación pedagógica, más que como una respuesta transitoria.
El trabajo busca visibilizar la voz estudiantil como insumo clave para la toma de decisiones institucionales y aportar evidencia para reflexionar sobre la formación, la gestión académica y las condiciones para un acceso más equitativo y significativo a las tecnologías del aprendizaje.