Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han transformado significativamente los procesos de enseñanza-aprendizaje en disciplinas proyectuales particularmente en arquitectura. Como docentes, nos desafiamos constantemente a integrar herramientas que enriquezcan el proceso creativo de nuestros estudiantes. El Building Information Modeling BIM llegó al taller como algo más que un software: representaba una oportunidad de transformar completamente la manera en que nuestros estudiantes conciben y comunican sus ideas arquitectónicas. En el Taller de Arquitectura V de la UPB, decidimos embarcarnos en esta aventura con 61 estudiantes que nunca habían usado BIM. Lo que comenzó como un experimento pedagógico se convirtió en una experiencia transformadora.
Objetivos Nuestro propósito era que los estudiantes incorporaran Revit como herramienta natural de pensamiento proyectual, rompiendo la tradicional separación entre primero aprendo la herramienta, después diseño
Metodología Comenzamos ayudando a cada estudiante a obtener su licencia educativa de Revit. Organizamos una jornada virtual intensa donde todos estuvimos conectados simultáneamente con Revit abierto. Durante esas cuatro horas exploramos juntos qué significa trabajar colaborativamente en arquitectura.
La segunda etapa fue particularmente enriquecedora: los equipos relevaron viviendas reales que pertenecían a sus clientes (en el marco del TPN° 1) y las trasladaron al mundo digital. Los estudiantes se convertían en detectives arquitectónicos midiendo, fotografiando y traduciendo esa realidad al lenguaje paramétrico.
Los profesores (5 docentes), reinventamos nuestra forma de corregir. En lugar de marcar sobre papel, entrábamos directamente a sus modelos digitales, dejando comentarios precisos. Finalmente, desarrollaron propuestas de mejora habitacional llevando notebooks al aula, proyectando trabajos y recibiendo correcciones en tiempo real. Nuestro equipo de adscriptos (13 ex alumnos) se convirtió en soporte técnico-instrumental mientras, nosotros nos concentrábamos en las ideas y conceptos.
Resultados Los resultados nos sorprendieron gratamente. Por primera vez, vimos estudiantes aprender una herramienta compleja aplicándola directamente a problemas reales. La calidad de las láminas técnicas mejoró notablemente: estudiantes que tradicionalmente luchaban con la representación gráfica generaban documentación con estándares profesionales.
Fue interesante ver cómo desarrollaron estrategias propias para dominar el software. Comenzaron a explorar, experimentar y enseñarse unos a otros. El aprendizaje se volvió verdaderamente colaborativo.
Conclusiones
Esta experiencia nos enseñó que la tecnología educativa no se trata solo de incorporar nuevas herramientas, sino de repensar fundamentalmente cómo enseñamos. BIM se convirtió en un catalizador que transformó toda nuestra metodología pedagógica.
Descubrimos que cuando los estudiantes aprenden herramientas complejas resolviendo problemas que realmente les importan, el aprendizaje se vuelve profundo y duradero. Ya no hay separación entre teoría- técnica-proyecto todo se integra holísticamente
Como docentes también avanzamos, saliendo de nuestra zona de confort para aprender nuevas formas de corregir y acompañar. Esta experiencia nos convence de que el futuro de la educación arquitectónica pasa por integrar reflexión crítica tradicional con herramientas de nuestro tiempo.