Palabras clave: Diseño proyectual, tecnologías digitales, enseñanza híbrida
Introducción.
La enseñanza del diseño proyectual ha estado históricamente vinculada al taller
presencial, como espacio relacional, sensorial y experimental. Sin embargo, el avance
de las tecnologías digitales desde herramientas de modelado y simulación hasta
plataformas de enseñanza en línea ha transformado las condiciones pedagógicas en las
que se forman los futuros profesionales del diseño. Este trabajo se sitúa en ese cruce
entre lo tradicional y lo emergente, y plantea una mirada crítica e integradora sobre los
modos en que lo digital reconfigura las prácticas de enseñanza-aprendizaje en el campo
del diseño.
Objetivos.
La ponencia se propone analizar las tensiones, desafíos y oportunidades que surgen de
la incorporación de tecnologías digitales en el aprendizaje proyectual, tanto en
modalidades presenciales como a distancia. Asimismo, busca fundamentar la necesidad
de construir una pedagogía híbrida que articule la tradición del taller con las
potencialidades tecnológicas, sin desvirtuar los fundamentos humanos y creativos del
diseño.
Metodología o desarrollo.
El trabajo se organiza en tres ejes: (1) el análisis de fricciones entre lo digital y lo
tradicional en el espacio del taller; (2) la problematización de la enseñanza a distancia
del diseño, con sus limitaciones y aportes; y (3) la propuesta de una integración crítica
entre ambos enfoques. El enfoque es cualitativo, basado en revisión teórica, análisis
crítico de experiencias pedagógicas y referencias de autores como Schön, Cross,
Vygotsky.
Resultados.
Se identifican varias tensiones: pérdida de la experimentación táctil, dificultad para
evaluar procesos creativos en entornos virtuales, brechas digitales, y debilitamiento de
la dimensión social del taller. No obstante, también se reconocen sinergias
significativas: acceso a recursos globales, visualización avanzada, colaboración
distribuida y flexibilidad en los tiempos de aprendizaje. El estudio muestra que la
hibridación pedagógica cuando se integra con sentido crítico no solo permite mitigar las
limitaciones de ambos enfoques, sino que potencia la formación proyectual
contemporánea.
Conclusiones.
La enseñanza del diseño requiere preservar la experiencia situada del taller y, a la vez,
incorporar lo digital como herramienta creativa y pedagógica. El desafío para las
instituciones educativas es diseñar modelos formativos que integren lo manual y lo
digital, lo presencial y lo remoto, desde una lógica crítica, inclusiva y proyectual. La
tecnología, por sí sola, no garantiza mejora; su valor depende de cómo se la articule con
una propuesta educativa sensible a la especificidad del diseño como práctica
profundamente humana.