En el actual contexto cultural mediado por la tecnología digital, leer y escribir ya no se reduce al dominio exclusivo del libro impreso ni a prácticas escolares tradicionales. Este trabajo parte de la experiencia docente diaria situada en el área de lengua y literatura en el nivel medio, y problematiza las tensiones entre las prácticas escolares de lectura y escritura y los modos en que las y los adolescentes interactúan con los textos literarios y no literarios en entornos digitales. Frente al agotamiento que supone "atraer" al estudiantado hacia la cultura escrita escolar, se propone abandonar la lógica del rechazo o la nostalgia, para asumir una pedagogía crítica que reconozca a la tecnología no como amenaza, sino como parte constitutiva de nuestras formas de vida moderna.
Apoyada en las reflexiones de autores como Bombini (2006), Han (2015), Sibilia (2013), Devetach (2008) y Solé (2012), se analiza cómo el algoritmo, los dispositivos móviles y las redes sociales no solo transforman los soportes, sino también los modos de vincularnos con el conocimiento, el deseo lector y la construcción de la subjetividad. Las escenas de lectura actuales —leer poesía en Instagram, descubrir teorías en hilos de X o escribir en Wattpad— revelan una mutación en las prácticas lectoras que desafía el modelo escolar hegemónico. Desde esta perspectiva, el libro es también una tecnología que debe ser desnaturalizada para poder dialogar con otras formas de narrar, compartir y resignificar.
La escuela, lejos de oponerse a estas transformaciones, puede asumir el desafío de tender puentes entre la cultura escrita y los lenguajes digitales, habilitando la construcción de nuevos caminos lectores. Esto implica revisar las prácticas docentes, abrir las aulas a otros formatos, pero sin abandonar la mirada crítica ni el compromiso con el derecho a la palabra. Leer y escribir hoy es también interpretar imágenes, navegar entre hipervínculos, convivir con la fragmentación, y al mismo tiempo defender la pausa, el pensamiento crítico y la profundidad de la reflexión.
En síntesis, se trata de reconfigurar la enseñanza de la lectura y la escritura en clave contemporánea, reconociendo las transformaciones culturales sin renunciar al poder emancipador de las palabras.