El presente trabajo tiene como objetivo analizar la experiencia de implementación de un portafolio digital integrador como trabajo de finalización de carrera para estudiantes de una licenciatura en Gestión Educativa de una universidad privada, de carácter eminentemente virtual. Para ello se analizarán: documentos institucionales, consignas y pautas de trabajo, casos de portafolios finales y testimonios de graduados sobre el potencial formativo en su práctica profesional de esta estrategia evaluativa.
La propuesta didáctica analizada se basa en la elaboración de un portafolio digital de tipo reflexivo, por parte de los estudiantes a lo largo de toda su trayectoria académica, siendo acompañados por docentes en el marco de un espacio curricular denominado Taller de Integración, que abarca los dos años de formación. Se trabaja individualmente y en “comunidades de aprendizaje”, en las que se fomenta el trabajo colaborativo, la evaluación entre pares y la reflexión sobre la propia práctica. Los docentes ofrecen en cada módulo diversas actividades y retroalimentaciones que permiten avanzar en el logro de los objetivos. Esta metodología promueve que el estudiante se convierta en el protagonista de su propio proceso de aprendizaje, fomentando su autonomía y autorregulación.
En el desarrollo del portafolio, los estudiantes conectan las capacidades de la gestión directiva abordadas a lo largo de la carrera, con los aprendizajes conceptuales trabajados, así como las actividades y desempeños elaborados en cada materia. A través de la documentación de experiencias, la recopilación de producciones académicas y la autoevaluación del propio desempeño (identificado áreas de mejora y metas para su desarrollo profesional continuo), los participantes construyen un portafolio de evidencias que refleja el impacto de su aprendizaje en su ejercicio profesional. Esta conexión entre el ámbito académico y el ejercicio profesional es crucial, permitiendo a los estudiantes visibilizar las capacidades directivas que han conseguido desarrollar.
La experiencia resalta la importancia de la práctica reflexiva como eje central del portafolio, ayudando a los alumnos a integrar teoría y práctica, desarrollando una mirada crítica sobre su rol (presente o futuro) como líderes educativos. Los resultados preliminares, basados en la valoración de los propios estudiantes, indican un alto grado de satisfacción respecto de la utilidad y significatividad de la experiencia de desarrollo del portafolio para su futuro profesional. Este espacio se convierte, así, en una oportunidad para integrar experiencias, generar nuevos aprendizajes y proyectar una identidad profesional sólida, cimentada en la reflexión, la acción y la mejora continua.
Este trabajo contribuye a la comprensión del portafolio digital como un sistema de evaluación formativa, que visibiliza el progreso del estudiante y permite evidenciar sus aprendizajes poniendo en diálogo distintos saberes: proporcionados por las disciplinas y devenidos del conocimiento de las propias experiencias (Anijovich, 2020). Esta construcción del saber práctico dota de sentido teórico los saberes consolidados desde el propio ejercicio profesional (Litwin, 2016), al tiempo que favorece el desarrollo de capacidades (transversales y específicas) y la preparación profesional en el contexto universitario.