Este trabajo se enmarca en un proyecto de investigación que viene desarrollando el equipo de la cátedra de Alfabetización Académica de la Universidad Provincial de Ezeiza (UPE), el cual retoma aportes de dos estudios previos centrados en las políticas de acompañamiento a estudiantes y en las prácticas pedagógicas universitarias en contextos de democratización del acceso. En este nuevo estudio se aborda la irrupción de la inteligencia artificial (IA) en la educación superior, con el objetivo de analizar su integración en la pedagogía universitaria, explorando sus usos e incidencia en los procesos de enseñanza y aprendizaje y las percepciones de los actores involucrados.

La propuesta de indagación se organiza en torno a dos ejes: por un lado, el análisis del uso de herramientas de IA por parte del estudiantado de las carreras de Higiene y Seguridad y de Desarrollo de Software, focalizando en la frecuencia, propósitos de uso y competencias digitales requeridas; por otro, la exploración de las formas en que esta tecnología se incorpora a las prácticas de enseñanza, identificando buenas prácticas, desafíos y vacancias formativas.

El abordaje metodológico triangula enfoques cualitativos y cuantitativos. Se utilizan encuestas estructuradas para relevar información cuantitativa en estudiantes y entrevistas semiestructuradas a docentes para recabar datos cualitativos. Además, se está realizando un relevamiento documental de fuentes normativas, informes y literatura académica sobre IA y educación superior.

Se espera como resultado la elaboración de un mapeo institucional sobre el uso de la IA en la UPE, un marco de competencias digitales específicas y un conjunto de orientaciones pedagógicas que favorezcan una integración crítica e inclusiva de estas tecnologías. Se anticipa que el estudio contribuirá al fortalecimiento de una cultura institucional de innovación y a la generación de políticas formativas situadas.

Desde una perspectiva crítica, el trabajo reconoce el doble potencial de la IA en la educación superior: su capacidad para enriquecer los procesos educativos y, al mismo tiempo, los riesgos asociados a su uso acrítico, como la vigilancia o la desresponsabilización estudiantil. En un contexto de creciente hibridación en las modalidades de enseñanza, la integración de tecnologías como la IA requiere no solo adaptación técnica, sino también una profunda revisión pedagógica. Las universidades tienen el desafío ético y político de formar profesionales capaces de utilizar estas herramientas de manera reflexiva y comprometida con los derechos humanos, la inclusión y la sostenibilidad.