La incorporación de tecnologías emergentes en la educación superior plantea nuevos escenarios para la enseñanza y evaluación. En este contexto, la inteligencia artificial (IA) ha comenzado a ser explorada como herramienta didáctica, no solo para generar contenidos, sino también como objeto de análisis crítico. Este trabajo presenta una experiencia pedagógica implementada en la asignatura Historia del Pensamiento Económico, donde textos generados por IA fueron integrados en la evaluación parcial.
El objetivo general de la propuesta fue fomentar el desarrollo del pensamiento crítico y la apropiación conceptual a través del uso de textos generados por IA en instancias evaluativas. Entre los objetivos específicos se destacaron: (1) estimular en los estudiantes la capacidad de análisis y evaluación de discursos económicos; (2) desarrollar habilidades argumentativas mediante la corrección y validación conceptual; (3) promover la reflexión sobre el uso pedagógico de la IA en la educación superior.
La estrategia se implementó en el marco del examen parcial, desarrollado en grupos de hasta tres estudiantes y bajo modalidad a libro abierto. El instrumento evaluativo incluía tres consignas: análisis de casos de actualidad, interpretación de autores clásicos y análisis crítico de un texto generado por ChatGPT. Este último fue producido a partir de una pregunta compleja que integraba ideas desde Platón hasta Marx, y la respuesta, con sus posibles errores y simplificaciones, fue presentada sin modificaciones. Los estudiantes debían identificar imprecisiones, completar ideas y argumentar sus juicios con base en lo trabajado durante el curso, favoreciendo el debate y la construcción colectiva del conocimiento.
Los resultados fueron positivos en términos de aprendizaje y desarrollo de habilidades. Se observó que los estudiantes lograron identificar anacronismos y errores en el texto de la IA, especialmente la atribución a Marx de propuestas reformistas, como la renta básica universal. Aquellos grupos con mayor dominio conceptual realizaron correcciones fundamentadas y demostraron comprensión profunda. En otros casos, surgieron dificultades para distinguir entre coherencia formal y validez teórica, lo que generó instancias de debate y reflexión valiosas.
La propuesta permitió resignificar la evaluación como una instancia formativa, donde la IA actuó como disparador pedagógico más que como herramienta de respuesta. Se fortalecieron competencias argumentativas, la apropiación crítica del conocimiento y el trabajo colaborativo. Esta experiencia abre nuevas posibilidades para integrar la IA en la educación desde una perspectiva crítica, ética y pedagógicamente orientada, reafirmando el rol activo del estudiante frente a los desafíos del conocimiento automatizado.